La importancia de tener una buena salud financiera
Probablemente has escuchado hablar sobre la salud financiera y su importancia en la economía personal, pero es un hecho que no siempre queda claro lo que significa y su verdadera importancia.
El concepto va más allá de si es que con los ingresos mensuales se llega a fin de mes o no. Es mucho más complejo e implica más aspectos incluyendo el de la capacidad de ahorro.
En términos concretos, se considera como salud financiera al estado de ser de una persona, el cual le permite cumplir perfectamente con sus obligaciones financieras. Es una situación de tranquilidad ante el futuro financiero.
Incluye la capacidad de ahorro y para endeudarse. De afrontar imprevistos económicos, de tomar decisiones financieras de forma adecuada, así como la llamada libertad financiera que implica cubrir nuestras necesidades económicas sin realizar ningún esfuerzo extraordinario.
Dicho con otras palabras, tener una buena salud financiera implica contar con el dinero suficiente para cubrir gastos y tener suficientes ahorros como un fondo de emergencia para afrontar imprevistos. Esa sería la óptima situación económica de una persona para considerar que financieramente está “sana”.
¿Qué factores impulsan la salud financiera?
Existen dos factores que pueden resaltan en este tema. En primer lugar, la educación financiera, es decir, conocimiento sobre conceptos como la inflación o el tipo de interés, y sobre cómo usar esas nociones en ámbitos como el ahorro y el préstamo.
Un segundo factor es la estructura de los ingresos del hogar. Ésta es medida por la cuantía, ya que cuanta mayor cantidad, mayor salud financiera. Y también por la frecuencia, es decir, cuanto más cerca esté la frecuencia de los flujos de gasto, mayor va a ser la salud financiera.
¿Cómo tener una buena salud financiera personal?
Existe una regla de ahorro que resulta de gran importancia si es que se quiere tener una salud financiera ideal. La regla del 50-30-20 consiste en coger los ingresos mensuales y dividirlos en porcentajes. De tal modo que las necesidades primarias o gastos fijos estén cubiertos (50 %), se puedan dar caprichos (30 %) y, además, sea posible ahorrar para el futuro (20 %).
Este método de finanzas personales es muy común y aceptado entre todos aquellos que quieren ahorrar para el futuro y llevar un control mensual. Funciona para tener un equilibrio financiero sin que la contabilidad se convierta en una angustia.
Es importante tomar en cuenta los pasivos y activos corriente, es decir, los activos y las deudas o pasivos corriente que existan determinan el patrimonio neto. Los activos pueden incluir efectivo, ahorros, acciones, bonos, cuentas para la jubilación, bienes raíces y cualquier otra cosa de valor, como automóviles o artículos de colección. Los pasivos pueden incluir una hipoteca, préstamos para estudiantes, préstamos para automóviles, cuentas por pagar y deuda de tarjetas de crédito.
Es importante calcular el patrimonio neto cada año sumando el valor de todos los activos y restando sus pasivos con el fin de analizar la situación financiera de ese momento. Esto puede ayudarle a estar al día con su panorama financiero en general.
¿Cómo medir la salud financiera de una empresa?
Asegurar la salud financiera de una empresa no es una tarea fácil y no sucede de la noche a la mañana. Para que las empresas puedan enfrentar la competencia y pasar por períodos de crisis, es necesario seguir algunas rutinas que garanticen un mayor control de las finanzas.
- Gestionar costos
- Gestionar cuentas por pagar y recibir
- Control de flujo de efectivo
- Control de ingresos y gastos
- Control de inventario
¿Qué errores evitar para no afectar la salud financiera de una empresa?
Uno de los errores principales y más común en las empresas es mezclar gastos personales y gastos comerciales. Ya que esto puede inflar los costos y poner en riesgo las finanzas.
Otro factor que no puede pasarse por alto es no considerar la información contable para la toma de decisiones. Este conocimiento es una rica fuente de datos e indicadores financieros y de gestión que guían las decisiones más seguras y positivas.
Cuidar la salud financiera
La tecnología facilita mucho este proceso con aplicaciones que permiten llevar un registro de los gastos diarios, ingresos y capacidad de ahorro e incluso los servicios de banca móvil. Algunas aplicaciones incluyen opciones de bolsillo de ahorro y control de movimientos que son muy útiles.
Cuidar la salud financiera de las personas y empresas es importante porque ayuda a garantizar todo el sistema económico, y la tecnología, una vez más, se vuelve una gran aliada en este proceso.
Otra manera de cuidar la salud financiera es la contratación de un seguro, ya sea de vida, de salud, decesos, entre otros. Los seguros garantizan una seguridad económica. Dicho de otra manera, es una seguridad tanto para el asegurado como para la familia y seres queridos.
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